sábado, 12 de julio de 2008

“Disfrutaré del partido en el Yankee Stadium”


Jesús Montero feliz de estar en el Juego de Futuras Estrellas. El cotizado receptor será el único representante de los Yanquis en el desafío que se disputará en Nueva York

La alegría de Jesús Montero podía percibirse a través del hilo telefónico, apenas comenzó a hablar sobre su participación en el Juego de Estrellas, al que fue convocado para formar parte del equipo Resto del Mundo, que mañana domingo enfrentará a la selección de Estados Unidos en el histórico Yankee Stadium.
“Nunca imaginé que estaría allí. Será algo inolvidable y pienso disfrutarlo al máximo”, comentó el receptor desde Charleston, donde juega para la sucursal clase A media de los Yanquis de Nueva York. “Hasta ahora todo ha pasado muy rápido. Es mi segundo año como profesional y me encuentro en esta posición”.
“Cuando me enteré de la noticia no lo podía creer”, recordó el joven carabobeño que el próximo mes de noviembre cumplirá 19 años de edad. “El manager (Torre Tyson) convocó al equipo a una reunión y pensaba que nos iba a regañar por algo. Entonces hizo el anuncio. Todos mis compañeros me felicitaron”.
Foto Charleston Riverdogs
La sede de los RiverDogs, el equipo de Montero, es el Joseph P. Riley Jr. Park, conocido como “The Joe”, con capacidad sólo para 6.000 personas.
El Yankee Stadium tiene 57.545 asientos. Un escenario imponente y tal vez intimidante para un joven como Montero. “Nunca he estado frente a tanto público. En los entrenamientos de primavera participé en un encuentro en el Legends Field (que puede albergar a 11.000 aficionados), pero nunca con tanta gente. No imagino que sentiré, pero seguro que mi papá (Jesús Montero) va a llorar. Su sueño era ver un partido en Nueva York y se cumplió, justo antes que demolieran el estadio. Y yo voy a estar allí. Es una gran alegría”, recalcó.

Millonario en talento. Montero está comenzando cumplir con las expectativas que generó hace dos años, cuando los neoyorquinos le dieron un bono de 1,6 millones de dólares sólo por firmarlo. Para ese momento el segundo incentivo más alto que otorgaba una organización de grandes ligas a un venezolano.
En 2007 debutó en la Liga de la Costa del Golfo, un circuito para novatos, y en 33 encuentros ligó para .280, con 3 jonrones y 19 remolcadas. Este año aparece entre los mejores bateadores de la Liga del Sur del Atlántico y encabeza a los RiverDogs en todas las categorías ofensivas, incluyendo promedio (.301), hits (101), dobles (23), jonrones (9), empujadas (52), porcentaje de embasado (.352) y slugging (.449).
“Todos los días salgo a dar lo mejor de mí, para seguir aprendiendo y mejorando”, recalcó para explicar la clave de su éxito. “Por eso espero que en el futuro tenga muchos más juegos en el Yankee Stadium”.
Los Yanquis también. Ahora mismo, Montero aparece como el principal prospecto de la receptoría y el sexto en toda la organización.
En un par de años más podría hacer su debut en las grandes ligas si sigue progresando como lo ha hecho hasta ahora.
Jorge Posada firmó un contrato durante el receso de temporada por cuatro años, pero por primera vez en su carrera fue colocado en lista de lesionados a causa de una dolencia en el hombro y tal vez al final de la zafra requiera una intervención quirúrgica. Con esa incertidumbre en la receptoría, Montero es visto como un seguro de vida en el mediano plazo.
Al menos está siendo preparado para eso. Todo dependerá de la velocidad de su desarrollo y la madurez que muestre durante el proceso.
“Lo importante para mí es seguir tomando turnos y adaptarme. Nunca antes había jugado tantos encuentros (86 hasta el jueves) y creo que me ha afectado un poco. Asimilar esa carga, es parte del trabajo que estoy haciendo”, resaltó.
Para evitar el exceso de cansancio, el plan de los Yanquis este año fue alternarlo detrás del plato durante toda la campaña con Austin Romine, otro prospecto de la posición, de grandes habilidades defensivas.
“Al principio estuvo lesionado y por eso tengo muchos más turnos que él, pero últimamente nos hemos repartido el trabajo y eso me ha ayudado”, indicó.
Como todo jugador joven, la consistencia llegará con el tiempo y la fortaleza para afrontar los rigores de ser receptor, pero el venezolano ha podido superar baches en su ofensiva que lo llevaron a caer por debajo de la línea de .300 y a mejorar con la mascota.
“Tuve que hacer ajustes en el plato, el pie izquierdo lo estaba dejando muy adelante cuando iniciaba el swing y lo he estado corrigiendo. También pienso que los lanzadores comienzan a conocerme y ahora me están lanzando pegado. Las rectas adentro me hacen mucho daño y los envíos quebrados. Pero la ofensiva siempre ha sido más fácil para mí. Me estoy concentrando más en mi defensa. El receptor debe controlar todo el juego, ordenar a los jardineros, hacer asistencias, lanzar a las bases y, lo más importante, guiar a los lanzadores. Hasta ahora estoy muy contento con mi trabajo”, puntualizó Montero, que apenas ha cometido tres errores en la temporada.
El careta además ha retirado a 18 de los 77 (23%) contrarios que han intentado robar una almohadilla. Números muy superiores a los que dejó en 2007, cuando apenas capturó a 3 de 32 (9%). A esto hay que agregar que el Charleston encabeza la liga en efectividad (3.02) y blanqueos (10), algo que al menos en parte es producto de su desempeño.
“Mi comunicación ha sido muy buena con los lanzadores y el manager siempre ha dejado que maneje los partidos. Es la forma como me gusta hacerlo. Pocas veces pide las señas desde el dugout y eso cada vez más me ayuda a ganar confianza al momento de llamar el juego. Para eso estoy aquí, para mejorar. Y si Dios quiere estaré en poco tiempo en las grandes ligas”.
Las probabilidades lo favorecen. Hasta 2007, el 73% (33 de 45) de los venezolanos convocados al Juego de Estrellas Futuras llegó a las mayores.

En la portada de Baseball America
La gran temporada de Jesús Montero explica por qué será el único representante de los Yanquis en el Juego de Estrellas Futuras y por qué el prestigioso semanario Baseball America lo escogió para ilustrar la portada de su segunda edición de julio, que el lunes saldrá a la venta en EE UU. “Agradezco mucho la atención que estoy recibiendo porque eso significa que mi trabajo en el terreno se está viendo”, comentó el receptor. Es la segunda vez que Montero aparece en un trabajo del semanario, pero la primera en la que recibe un despliegue tan importante.

Esta nota apareció publicada en el diario El Nacional el 12 de julio de 2008

jueves, 3 de julio de 2008

Dos que valen oro

Adys Portillo y Luis Domoromo abrieron con éxito el mercado de agentes libres, con récords en bonos por sus firmas

El zuliano Adys Portillo se convirtió ayer en la noticia más importante de la apertura del mercado internacional de agentes libres para las grandes ligas en el país, tras lograr una firma histórica con los Padres de San Diego.
Portillo, considerado el segundo mejor prospecto de pitcheo en Latinoamérica, pactó por 2 millones de dólares, el bono más alto que una organización de las mayores le ha otorgado a pelotero criollo alguno, superando el incentivo de $1,8 millones que recibió Miguel Cabrera, de los Marlins de Florida, el 2 de julio de 1999.
El inédito acontecimiento se completó con la no menos importante firma del jardinero del estado Portuguesa Luis Domoromo, quien se hizo de $1,25 millones también pagados por los religiosos.
El contrato de Portillo comenzó a fraguarse desde hace casi un mes, pero la cifra con la que se cerró el trato tomó por sorpresa al adolescente de 16 años, originario de los Puertos de Altagracia, una pequeña población de la Costa Oriental del Lago, en el estado Zulia.
“Es un gran orgullo”, aseguró el derecho. “Realmente no me esperaba que fuera el bono más alto para un venezolano. Le doy gracias a Dios, a mi familia por tantos sacrificios, a mi agente y a los Padres”.
El acuerdo es, hasta ahora, el segundo bono más rico en la historia para un lanzador de la región, sólo superado por el dominicano Michael Inoa, que ayer recibió $4,25 millones de los Atléticos de Oakland. Antes de 2008, el diestro quisqueyano Ricardo Arambolés era el único pitcher que se ubicaba entre los 10 bonos más altos para latinos, con $1,52 millones por los Yanquis en 1998; y apenas tres peloteros de posición –sin incluir a los cubanos– habían recibido cheques por 2 millones de dólares o más, todos provenientes de República Dominicana.
Portillo podría hacer su debut en las mayores en unos tres años. “Por eso nos decidimos por San Diego, la organización que mejores condiciones nos ofrecía para desarrollar su talento y llevarlo a la gran carpa", comentó Adys Portillo padre. “No se trataba sólo de dinero, sino de todo el paquete.
Los Yanquis nos ofrecieron 600 mil dólares más, pero no era el perfil de equipo que estábamos buscando”.
Además de los Yanquis, entraron en la puja Filis, Rangers, Marineros y Cardenales.
“No le das esa cantidad de dinero a un chico para tenerlo en ligas menores por mucho tiempo”, agregó el representante del zuliano, Pete Kieffer. “Tiene una mezcla de gran talento con una excelente actitud para aprender y mentalmente posee una gran fortaleza. Esa combinación siempre lleva al mismo destino: las mayores”, resaltó el estadounidense, que descubrió a Portillo en 2006, en una práctica con las Águilas del Zulia, club del que es reserva en la liga venezolana.
Portillo, que mide 1,94 metros de estatura, es producto de las Pequeñas Ligas.
“Es un futuro abridor de grandes ligas, que se moverá rápido en el sistema de granjas. Un gran competidor, proyecta como número dos en una rotación, con posibilidad de ser número uno”, destacó Yfraín Linares, supervisor de scouts de San Diego en Venezuela. “Posee un movimiento fluido del brazo y un gran repertorio. Coloca sus envíos alrededor del plato, con muy buen comando. Su recta es explosiva, de 90-94 millas por hora, que combina con una curva rápida (70-74 mph) que se mueve y un cambio, que puede poner en la zona baja, de 80-82 mph”.

Jardinero talentoso. Domoromo, originario del pueblo La Misión, cerca de Turén, batea y lanza a la zurda.
“Hace dos años, con apenas 14 años ya era atlético, de ágiles movimientos y un gran brazo en los jardines”, recordó su representante Carlos Olivo.
“Posee gran habilidad para jugar en el jardín central, con brazos y piernas largas, buena velocidad (6,8 segundos en las 60 yardas) y capacidad para conectar líneas por los callejones. Todo depende de cómo se desarrolle, pero podría soltar entre 20 y 25 jonrones en las mayores, con promedio de .270 a .290 y más de 80 remolcadas”, proyectó Linares.
Las contrataciones fueron realizadas por Félix Feliz, coordinador de scouts en Latinoamérica de San Diego.
Portillo y Domoromo serán presentados oficialmente por San Diego a finales de mes en el Petco Park, hogar de los Padres.

Otros nombres interesantes
Nunca un 2 de julio había sido tan exitoso para el mercado venezolano. Portillo y Domoromo apenas son la punta del iceberg, pues el jardinero Ramón Flores y el receptor Jackson Valera, recibieron bonos de $800 mil y $700 mil, respectivamente, de los Yanquis. Jericó Blanco, otro patrullero, fue premiado con $260 mil, la cantidad más alta que entregan los Reales en Venezuela. Entretanto, el outfielder José Sayeth recibió el bono más sustancioso de los Atléticos para un criollo, superior a $100 mil. 

Esta nota apareció publicada en el diario El Nacional el 3 de julio de 2008